A menos de un mes de haber asumido, renunció Nelson Teich, el Ministro de Salud de Brasil que había asumido en reemplazo de Luiz Henrique Mandetta. Su dimisión fue comunicada de manera muy escueta por el Ministerio.
El ahora ex ministro Teich justificó su salida en la existencia de incompatibilidades con el presidente. Concretamente, había dos cuestiones sensibles sobre las que había gran desacuerdo: por un lado, el uso de cloroquina para tratar el COVID-19; por el otro, la implementación de la cuarentena.
Para Teich, la cloroquina solo podía usarse para casos muy graves de coronavirus, mientras que Bolsonaro quería hacerla extensiva a etapas anteriores de la afección. De hecho, días atrás, Bolsonaro anunció cambios en el protocolo de utilización de esa droga, sin consensuar con su ministro de Salud. Pero quizá la gota que rebalsó el vaso llegó esta semana: el ministro Teich fue notificado por un periodista en plena conferencia de prensa de la inclusión de nuevas excepciones a la cuarentena, implementados por Bolsonaro sin que Teich estuviera al tanto.
Con esta nueva renuncia, Bolsonaro queda cada vez más debilitado a nivel político. Su gabinete es un polvorín y él cada vez tiene más presión por sus constantes desaciertos en el manejo de la crisis sanitaria. Sin embargo, la sociedad aún parece apoyar a su presidente.