Un hombre blanco irrumpió sobre una vereda al mando de una camioneta y atropelló a varias personas de religión musulmana que salían de una mezquita en medio de la celebración del Ramadán. El atacante actuó al grito de “quiero matar a todos los musulmanes”, y utilizó una modalidad ya familiar, puesta en práctica en reiteradas oportunidades por yihadistas islámicos contra ciudadanos de origen occidental.
El ataque dejó como saldo un muerto y varios heridos, y fue condenado por Theresa May y autoridades locales, que se refirieron al episodio como un incidente terrorista. En esta línea, May afirmó que su país combatirá al terrorismo “sea quien sea el responsable”.
Este nuevo episodio aumenta la inseguridad de la ciudad de Londres. Si bien parece invertir la situación, ya que un hombre occidental ataca a personas musulmanas, exacerba el temor de la población y suma presión a May, quien no logra ajustar los controles para evitar que situaciones como esta continúen sucediendo.