Mario Abdo Benítez se convirtió ayer en el presidente electo de Paraguay, tras vencer al candidato liberal Efraín Alegre. Si bien se esperaba este resultado, la sorpresa la dieron los números de los cómputos finales: Abdo Benítez se impuso por apenas poco más de 90.000 votos, un 3,73% del total de los sufragios.
El candidato oficialista deberá ahora asumir como sucesor de Horacio Cartes en un clima de incertidumbre política. El escaso margen por el que obtuvo el triunfo inevitablemente lo llevará a reconsiderar muchas de las políticas de gobierno de Cartes y a redoblar esfuerzos en las negociaciones parlamentarias. La población lo eligió, pero también le hizo saber que lejos está de contar con un apoyo absoluto.
Con información de: El País / ABC Color.