El vicepresidente estadounidense, Mike Pence, aseguró que pidió de manera explícita a los presidentes de Guatemala, Honduras y El Salvador que la inmigración irregular hacia Estados Unidos “debe terminar”.
Según afirmó el propio Pence, «Donald Trump me envió hoy aquí porque Estados Unidos enfrenta otra crisis migratoria». Durante 2018, 150.000 personas de América central han viajado a Estados Unidos de manera ilegal, lo que encendió todas las alarmas en el gobierno de Trump.
Pence aseguró que la mayoría de los inmigrantes irregulares que intentan ingresar a Estados Unidos provienen de estos tres países, por lo que solicitó a los presidentes de Guatemala, Jimmy Morales, Honduras, Juan Orlando Hernández, y El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, colaboración en este sentido.
Con información de: La Prensa (Honduras).