Estados Unidos, sus socios europeos (Francia, Alemania y el Reino Unido) e Israel estuvieron discutiendo una propuesta para un acuerdo interino por el plan nuclear iraní. El mismo incluiría un alivio de las sanciones a cambio de que Teherán congele partes de su programa.
El nuevo enfoque de la administración Biden muestra cuán preocupado está Estados Unidos por los avances recientes en el plan nuclear iraní. Si bien Estados Unidos nunca abandonó la vía diplomática como primera opción para llegar a un acuerdo para reencauzar al acuerdo nuclear de 2015, el año pasado interrumpió los contactos por la asistencia militar de Irán a Rusia y la represión de Teherán contra las protestas antigubernamentales.
Irán ha acumulado 87,5 kilogramos de uranio enriquecido al 60%, según un informe de la Agencia Internacional de Energía Atómica de finales de febrero. Los expertos dicen que si ese uranio se enriqueciera al 90% de grado armamentístico, sería una cantidad suficiente para producir al menos una bomba nuclear.
Funcionarios israelíes advirtieron recientemente a la administración Biden y a varios países europeos que Irán entraría en un territorio peligroso que podría desencadenar un ataque militar israelí si enriquece uranio por encima del nivel del 60 %.
La propuesta discutida incluía un alivio de las sanciones si Irán congelaba algunas de sus actividades nucleares, principalmente deteniendo el enriquecimiento de uranio al 60% de pureza. Irán habría rechazo la propuesta.