El próximo viernes, en el marco de la reunión del G20 en Hamburgo, los presidentes de Estados Unidos y Rusia tendrán su primer y tan ansiado encuentro.
La expectativa es mayúscula. El factor Rusia ha sido determinante en el derrotero de Trump desde la campaña presidencial, con especial importancia en los primeros meses de su presidencia. La injerencia de hackers rusos en la elección presidencial, un aparente beneficio para Trump candidato, se transformó en una pesadilla para Trump presidente. Las pruebas de vínculos entre sus asesores y miembros del Kremlin son cada vez más contundentes.
Además, hay cuestiones sensibles en materia de política internacional que deberán tratar. El posicionamiento en bandos opuestos en la guerra de Siria y la creciente amenaza de Corea del Norte sin dudas estarán en agenda.
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