Vladimir Putin continúa afianzando su figura como persona más influyente del mundo, en consonancia con el ránking presentado por la revista Forbes, que lo coloca como el hombre más poderoso del mundo por cuarto año consecutivo. Esta vez, avanzó junto al primer ministro de Japón, Shinzo Abe, en conversaciones sobre la actividad económica en las islas Kuriles.
Este grupo de islas de origen volcánico que se extiende desde Hokkaidō, en Japón, hasta la península de Kamchatka, es un territorio en conflicto desde que luego de la Segunda Guerra Mundial Rusia las tomó como propias. Si bien este acuerdo no resuelve el conflicto de soberanía sobre las islas, es un avance en la relación entre Rusia y Japón.
A nivel internacional, este gesto tiene dos lecturas, ambas beneficiosas para Putin. La primera es que muestra a un líder ruso conciliador con un país completamente alineado a Estados Unidos y al mundo occidental. La segunda marca que la figura de Vladimir Putin como líder más importante del mundo sigue creciendo semana tras semanas.
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