Los presidentes de Rusia y Turquía se reunieron ayer en el Kremlin. Negociaron durante seis horas y acordaron un cese al fuego así como también el establecimiento de un corredor humanitario en la provincia siria de Idlib. Los mandatarios buscan poner fin al conflicto y ayudar a la población civil a volver a sus hogares. Asimismo, pactaron el inicio del cese al fuego para la medianoche de ayer luego de que la escalada del conflicto pudiera generar un enfrentamiento directo entre las fuerzas de ambos países.
Por un lado, el acuerdo cumple con los objetivos de Moscú en cuanto al control del gobierno sirio sobre autopistas clave para la consolidación de su autoridad en el país luego de nueve años de conflicto. Además, Putin destacó que el acuerdo servirá de base para poner fin al conflicto en el noroeste del país a la vez que se podrá terminar con el sufrimiento de la población civil.
Por otro lado, los intereses turcos se reflejan en los límites que se establecen en el acuerdo para el avance de las fuerzas del presidente sirio Assad sobre Idlib, el último bastión controlado por la oposición al gobierno y zona limítrofe con Turquía. Erdoğan sostuvo que el objetivo central es permitir que los refugiados vuelvan a sus pueblos dado que 900.000 personas se han visto forzadas a abandonar sus hogares desde el inicio de la ofensiva dirigida desde Damasco en diciembre de 2019.
Sin embargo, el alto el fuego acordado parece frágil. De una parte, el acuerdo reemplaza al último alto el fuego pactado en enero, que no fue respetado. De otra parte, y considerando lo anterior, Erdoğan enfatizó que Ankara se reserva el derecho a represalias en caso de un ataque por parte de las fuerzas de Assad. ¿Cuánto podemos esperar que dure el cese al fuego? ¿Será este el principio del fin de la guerra en Siria?