Las tensiones que vive España por la vocación secesionista de Cataluña siguen aumentado. Los enfrentamientos de orden institucional, jurídico y verbal no se detienen, y resulta impredecible lo que pueda suceder luego del referéndum independentista programado para el próximo 1 de octubre.
Por un lado, el martes la Guardia Civil de España desplegó, por orden de un juez de Barcelona, un dispositivo que se saldó con 14 detenidos y 41 incautaciones, todos ellos involucrados con la organización del referéndum. Esto generó una reacción popular muy fuerte de los catalanes, que salieron a la calle en forma de protesta.
Al siguiente día, el presidente de la Generalidad de Cataluña, Carles Puigdemont reiteró que la consulta “se hará”, ignorando la suspensión sancionada por el Tribunal Constitucional. Y agregó que tienen “planes de contingencia” para celebrar el referéndum y publicó en Twitter una web en la que se pueden consultar los centros de votación.
Finalmente, ayer el presidente español Mariano Rajoy pidió a los independentistas catalanes que “regresen a la ley y a la democracia. Renuncien de una vez a esta escalada de radicalidad”. Y dijo además que “cada ilegalidad y cada vulneración tendrá su respuesta, que será firme, proporcionada y rigurosa”.