La convocatoria a elecciones hecha por Theresa May días atrás de manera inesperada generó en los Laboristas la necesidad de encontrar temas de agenda que les permitan descontar la holgada diferencia que los Conservadores tienen en las encuestas.
El poco tiempo de campaña dispuesto por May, sumado a la fortaleza de la que dispone hoy la premier por la activación del Brexit, hacen que los Laboristas vean complicadas sus chances de hacer una buena elección el próximo 8 de junio. En este marco, los líderes del partido encontraron en la situación de los inmigrantes la posibilidad de instalarse de lleno en la campaña, y afirmaron que “garantizarán los derechos de ciudadanos de la UE si ganan los comicios”, como así también los de los ciudadanos de la Unión Europea que residan en Reino Unido.
El status de los inmigrantes es uno de los temas más controvertidos de la negociación del Brexit, y con esta postura los Laboristas intentan sumar voluntades de aquellos británicos que no deseaban salir de la UE o que preferían implementar un Brexit más blando de lo que el plan de May establece.
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