Sir Michael Fallon se ha convertido en la primera gran baja del Gobierno británico como consecuencia de un creciente escándalo de acoso sexual a trabajadores de rangos menores sucedido en Westminster, lo que le costó su puesto en el gabinete como ministro de Defensa británico.
Fallon, uno de los aliados más firmes de Theresa May, admitió que sus acciones cayeron “por debajo de los altos estándares” de las fuerzas armadas que él representaba. Y en referencia a otros ministros involucrados, agregó: “Todos tenemos que mirar ahora atrás hacia el pasado”.
Al explicar su partida, dijo que el comportamiento aceptable hace una década ya no lo es, y que la Primera Ministra dejó en claro que quiere que el personal esté protegido y se investiguen las denuncias de mala conducta.
Las acusaciones incluían casos de acoso cotidiano, como que diferentes políticos les pellizcaron la entrepierna a un trabajador y una empleada, y que a otra mujer se le inyectó una “droga de la violación” en uno de los bares del parlamento.
Leer más: El País/ The Guardian