El gobierno ruso denunció la ejecución de un bombardeo por parte de fuerzas ucranianas en dos hospitales, en Lugansk y la parte controlada por Rusia de Jersón. El saldo, 14 personas fallecidas y casi 400 heridas.
Según el Kremlin, Ucrania lanzó unos 17 cohetes sobre suelo ucraniano controlado por Rusia, 6 de los cuales impactaron en las instalaciones hospitalarias. Rusia no dudó en afirmar que la operación se realizó con ayuda informativa y logística de Occidente, concretamente de Estados Unidos. A raíz de esto, denunció que Ucrania violó el derecho internacional y cometió crímenes de lesa humanidad, no condenados por Occidente.
Rusia alertó que el involucramiento de Estados Unidos en este ataque es evidente, lo cual confirma que el gigante americano ya es parte del conflicto. La consideración de la participación activa de Estados Unidos y otros países de Occidente en el conflicto puede dar lugar a respuestas por parte de Rusia y a una escalada definitiva del conflicto.
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