El embajador de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia, afirmó que su país devolverá a los niños ucranianos llevados a Rusia «cuando las condiciones sean seguras». Asimismo, afirmó que la comunidad internacional exageró sobre el tema, acusado a Rusia de apropiarse de los niños para reeducarlos bajo la cultura rusa.
Cabe destacar la apropiación de estos niños le valió a Putin la denuncia de la Corte Penal Internacional, ya que la apropiación de niños es un delito de lesa humanidad. Nebenzia también dejó en claro que esta denuncia es totalmente nula para Rusia, ya que su país no es firmante del tratado de Roma que da lugar a la Corte Penal Internacional, es decir, no reconoce su jurisdicción. Además, también enfatizó en la norma de la propia Corte, que supone inmunidad para las máximas autoridades de los países. La Corte también había denunciado a otros funcionarios del Kremlin.
Nebenzia agregó que el accionar ruso solo respondió a «evitarles el peligro que las actividades militares pudieran causar, eso es todo». Desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania, se estima que unos 16.000 niños y niñas fueron extraídos de sus familias en Ucrania. Fueron llevados a ciudades ucranianas controladas por Rusia o a la propia Rusia, para ser entregados a nuevas familias. Se supone que el proceso se completa con una reeducación de estos niños y niñas bajo la cultura rusa, con sus costumbres e idioma.
Las cifras sobre menores en la guerra se completa con más de 1.000 niños ucranianos fallecidos o heridos como consecuencia de la guerra. Otros más de 350 están desaparecidos. Por otra parte, alrededor de 10.000 pudieron ser encontrados, tras haber sido denunciados como desaparecidos.