El primer ministro conservador de Japón, Shinzo Abe, obtuvo una importante victoria en las elecciones nacionales legislativas este domingo, que devolvieron el poder a su coalición gobernante de manera decisiva. La apuesta de adelantar los comicios fue un éxito para Abe, que con este resultado se convertirá en el primer ministro más duradero de la posguerra japonesa.
El Partido Liberal Democrático de Abe y un pequeño socio de la coalición aseguraron al menos 312 escaños en la cámara baja del Parlamento –sobre un total de 465 escaños-, lo que les permite pasar la barrera de 310 para una mayoría automática de dos tercios. Cuatro asientos permanecieron indefinidos.
La victoria aumenta las posibilidades del primer ministro Abe de ganar otro mandato de tres años en septiembre próximo, al volver a ser nombrado como líder del Partido Liberal Democrático. Eso podría extender su cargo de primer ministro hasta 2021, dándole más tiempo para tratar de ganarse a un público reacio a aceptar una revisión de la constitución pacifista de Japón -que solo le permite tener un ejército «defensivo»-.
A corto plazo, una victoria probablemente signifique la continuación de las políticas que Abe ha perseguido en los casi cinco años transcurridos desde que asumió el cargo en diciembre de 2012: una línea dura con Corea del Norte, estrechos vínculos con Washington, incluida la política de defensa, así como una política monetaria hiperflexible y la continuidad de la energía nuclear en territorio japonés.
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