Rusia informó este martes que las Fuerzas Armadas sirias “se disponen a solucionar” el «terrorismo» en la provincia de Idlib, el último bastión rebelde que sigue en pie. Esta batalla le permitiría al régimen de Al-Assad recuperar (junto con el apoyo del ejército ruso) la totalidad del territorio, a siete años del comienzo de la guerra civil que dejó más de 350.000 muertos.
Según el vocero del Kremlin, Dimitri Peskov, la situación en Idlib preocupa a Siria y sus aliados –Rusia e Irán-, ya que allí se formó un “núcleo de terrorismo” que atenta contra “los esfuerzos para alcanzar una solución político-diplomática”. A su vez, Moscú cree que desde esa zona se pilotean drones que amenazan la base aérea rusa de Hmeimim, en el noroeste sirio.
En este contexto, el presidente estadounidense Donald Trump advirtió este lunes a Siria, Rusia e Irán sobre una ofensiva “temeraria” en Idlib: estimó que una operación ahí podría provocar “una tragedia humana”. Al momento, un 60% de la provincia está dominada por Hayat Tahrir al Sham (HTS, formado por exmiembros de Al Qaeda) y otras milicias rebeldes que siguen operativas.
Con información de: El Mundo / Haaretz.