Australia decidió sumarse a los países que ya habían prohibido el uso de TikTok en los dispositivos gubernamentales. Previamente, ya lo habían hecho Estados Unidos, Canadá, Nueva Zelanda, Reino Unido, Francia, Países Bajos y la Comisión Europea.
Desde el gobierno aseguraron que la decisión responde a motivos de ciberseguridad, a partir de la recomendación de los especialistas en la materia. Se considera que TikTok podría compartir, eventualmente, información de sus más de mil millones de usuarios con el gobierno central chino. La medida se implementará «tan pronto como sea viable», aseguró el fiscal general Mark Dreyfus.
Previamente, Australia también había dejado de utilizar cámaras de seguridad producidas en China, como precaución de seguridad.
En febrero pasado, el gobierno estadounidense había sido contundente al respecto. Según el FBI, el gobierno chino podría usar TikTok para «operaciones de influencia» ya que tiene la clave del algoritmo de recomendación de la aplicación que le permitiría manipular el contenido. Estados Unidos cree que Beijing tendría la capacidad de recopilar datos de los usuarios.
Desde la empresa, afirmaron que esta serie de medidas están «basados en la xenofobia». Sin embargo, reconocieron que en diciembre pasado habían recogido datos de usuarios para espiar a periodistas.