Donald Trump no se detiene. Apenas cumplidas las primeras 72 horas como presidente de Estados Unidos, cumplió otra de sus promesas de campaña: retirar a Estados Unidos del Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica (TPP).
La zona de comercio regida por el convenio, que hasta hoy involucra a 12 países, genera el 13% de la economía global. Sin embargo, Trump entendió que su país pierde más de lo que gana con su participación, por lo que decidió salirse con el objetivo de beneficiar a la industria tradicional local, la que durante toda su campaña prometió que recuperará.
Se desconoce si ahora Estados Unidos procederá con acuerdos bilaterales de vinculados al comercio con los países que permanecen en el TPP. Lo que queda claro es que la utilidad real del TPP, también cuestionado por Hillary Clinton en la campaña, queda seriamente en discusión ante la salida de la mayor potencia.
Sobre la medida adoptada por Trump, no fueron pocos los dirigentes locales que señalaron que es un gran error, pensando no tanto en lo económico sino en la geopolítica, ya que marca el retiro de Estados Unidos de la zona del Pacífico, dejando margen a otras potencias, como Rusia y China, para avanzar sobre el espacio que queda libre.
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