Luego de afirmar días atrás que la paciencia con Corea del Norte “se terminó”, Donald Trump conversó con sus pares de China y Japón, Xi Jinping y Shinzo Abe, sobre la amenaza que supone el régimen de Kim Jong-un.
Según revelaron fuentes oficiales del gobierno estadounidense, ambos mandatarios asiáticos reafirmaron su compromiso con el objetivo de tener una península de Corea desnuclearizada. Las constantes pruebas balísticas implementadas por el régimen norcoreano son consideradas un desafío por parte de Estados Unidos y sus aliados en la zona, Japón y Corea del Sur. Corea del Norte, por su parte, justifica su accionar en la amenaza que supone para sus intereses la actitud hostil, como ellos la definen, de Estados Unidos y Corea del Sur.
Si bien Trump tiene claro que atacar Corea del Norte no sería tan sencillo como atacar Siria, solo el juego dialéctico entre ambos países eleva la tensión a niveles desconocidos hasta hace poco tiempo.
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