El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sumó presión al gobierno de Nicolás Maduro. Luego de haber reconocido a Juan Guaidó como presidente a cargo la semana pasada, en las últimas horas derivó el control de las cuentas venezolanas en Estados Unidos al mismo Guaidó y aplicó duras sanciones a la petrolera estatal, Pdvsa.
Las sanciones suponen que US$7000 millones en activos de la petrolera en Estados Unidos quedarán congelados y que más de US$11000 en ingresos se perderán durante el próximo año. El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, aseguró que Estados Unidos seguirá comprando petróleo venezolano, pero esos pagos irán a una cuenta congelada hasta tanto tome completo control de la situación el nuevo presidente encargado, Juan Guaidó.
El hostigamiento financiero y económico a Maduro es un punto de inflexión con el que Washington busca torcer la voluntad de los militares que aún lo respaldan.