Dos soldados israelíes fueron abatidos a tiros en Cisjordania este jueves, pocas horas después de que el grupo militante palestino Hamas se responsabilizara por dos ataques anteriores, incluido uno esta semana que hirió a siete civiles israelíes. Entre los heridos, se encontraba una mujer embarazada cuyo bebé prematuro murió más tarde.
El aumento de la violencia en Cisjordania –ocupada por Israel hace más de 50 años- amenaza con el delicado alto al fuego entre Israel y Hamas, y aumenta la presión sobre el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. Los sectores más conservadores le piden que se ponga más duro con Hamas y otros grupos militantes palestinos que atacan a los israelíes.
Según el teniente coronel Jonathan Conricus, un portavoz del ejército israelí, el atacante del jueves salió de un vehículo y disparó contra soldados y civiles que esperaban en una parada de autobús cerca del asentamiento israelí de Givat Assaf. El hombre luego huyó hacia Ramallah, la capital palestina de facto, que fue posteriormente “bloqueada” por Israel para intentar encontrarlo.
Con información de: The Washington Post / BBC.