Finalmente parece que todo volverá a la normalidad. Después de meses de suma tensión luego de que Ángela Merkel no lograra formar gobierno tras la última elección, todo indica que Alemania volverá a estar conducido por una coalición conformada por las grandes fuerzas políticas del país, comandada por Ángela Merkel.
Si bien el principal socio de Merkel durante su gestión, el SPD (socialdemocracia), había manifestado su intención de no volver a participar de una Gran Coalición de gobierno, por considerar que haberlo hecho lo había desviado de sus fundamentos centrales, su líder, Martin Schulz, aseguró que “han sido días de trabajo muy duro y esperamos que el ánimo constructivo persista”.
El acuerdo se completa con la participación de la Unión Socialcristiana bávara (CSU), que aportaría lo que la CDU comandada por Merkel y el SPD no pueden conseguir por las suyas.
La formación de gobierno en Alemania no solo termina con la incertidumbre a nivel local, sino que principalmente ofrece calma a toda la Unión Europea. La gran locomotora de la UE es Alemania y el bloque se vería seriamente afectado con una Alemania débil. Aparentemente, nada de eso pasará.