El presidente chino, Xi Jinping, se comprometió en la inauguración del 19º Congreso del Partido Comunista a liderar el comienzo de una “nueva era” de poder protagonizada por China, en medio de “cambios complejos” que deberán enfrentarse en el país y en el extranjero. Su discurso, escuchado por 205 miembros del Comité Central y 2.300 delegados en el Gran Salón del Pueblo de Beijing, es trascendental para la definición de la agenda política y económica del gigante asiático.
A su vez, vale destacar que el evento, que solo ocurre dos veces en una década, será el escenario para la coronación de Xi como el hombre que más poder tendrá en China en décadas. El Congreso no solo lo nombrará para dirigir el destino del país durante los próximos 5 años, sino que también incluirá su pensamiento en la Constitución y seleccionará a algunos de sus asesores de mayor confianza para las principales vacantes en la jerarquía partidaria.
En su discurso, Xi también presentó una visión de una China cada vez más próspera, pidiendo que el partido salvaguarde la soberanía y se comprometa a convertirse en un “poder fuerte” socialista moderno. Con un tono decididamente nacionalista, instó al partido a fomentar un desarrollo social y económico cada vez más sólido, para enfrentar mejor los desafíos “sombríos” que enfrenta el país.
“A través de un largo período de trabajo duro, el socialismo con características chinas ha entrado en una nueva era, esta es una nueva dirección histórica en el desarrollo de nuestro país” dijo. Según informaron los analistas de su discurso, el presidente chino utilizó el término “nueva era” 36 veces.
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