El presidente sirio, Bashar al Asad, logró un acuerdo con la milicia kurdosiria Unidades de Protección del Pueblo (YPG) para desplegar fuerzas oficiales en la frontera con Turquía en la zona de Afrin. Dicho enclave viene siendo atacado por el gobierno turco con el supuesto fin de acabar con las guerrillas terroristas vinculadas al Partido de los Trabajadores del Kurdistan en su país.
A pesar de que el YPG controla dicha zona en detrimento del rol del gobierno sirio, el enemigo común, Turquía, hizo que ambas partes coincidieran en la necesidad de que tropas leales al presidente tengan presencia en la zona.
La Operación Rama de Olivo, implementada por el gobierno de Erdogan en la frontera con Siria, ya se cobró la vida de más de 1600 rebeldes. Sin embargo, el éxito de la operación lejos está de ser incuestionable y por ahora solo acrecentó la tensión entre dos socios de Rusia, Siria y Turquía. En este sentido, Erdogan no dudó en avisar a su par sirio que si decide tener presencia militar en Afrin, las consecuencias pueden ser “indeseadas”.
Con información de: Sputnik / DW.