Afganistán sufrió el atentado más sangriento de los últimos meses, al estallar un camión en inmediaciones de la embajada alemana en Kabul. Al momento, casi 90 personas han muerto y más de 300 resultaron heridas, muchas de suma gravedad.
Si bien se cree que Estado Islámico fue el responsable del siniestro, aun no hubo adjudicación oficial. Sí, en cambio, los talibanes afganos salieron a dejar en claro que no han tenido nada que ver y que no realizan este tipo de atentados contra civiles.
Las autoridades afganas condenaron enfáticamente el hecho, que tuvo lugar durante los primeros días del Ramadán, la celebración musulmana en la que los fieles ayunan desde la salida hasta la puesta del sol por espacio de un mes. El presidente afirmó que se trata de un “crimen contra la humanidad” y el primer ministro aseguró que “aquellos que atentan contra civiles en el Ramadán no merecen la paz y deben ser eliminados”.