En las últimas horas, llegaron las esperadas declaraciones del ex presidente brasileño, que rápidamente tomaron la agenda pública. En una breve intervención pública, Bolsonaro aseguró que «no es fácil ser político, especialmente cuando quieres honrar tu palabra y hacer bien al prójimo. Agradezco a Dios por mi segunda vida y por haber sido presidente de Brasil un mandato, pero siento que esta misión no ha terminado todavía». Lo hizo en el marco de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), un foro político estadounidense de perfil de derecha.
Bolsonaro dejó su cargo tras perder la elección presidencial con Lula. Lo hizo antes de entregar el mando a su sucesor, y se recluyó en Estados Unidos. Desde entonces, se mueve en paralelo con el ex presidente estadounidense Donald Trump, quien brindó su apoyo explícito en la contienda electoral contra Lula. Ambos buscan retornar a la primera plana de la política de sus respectivos países.
Bolsonaro también aseguró ser el presidente “más amado de Brasil” y agregó que, bajo su presidencia, «los brasileños que habían abandonado su bandera empezaron a amarla”.
El expresidente está apuntado por el intento de golpe de estado a Lula en los primeros días de enero. Si bien no hay evidencia sobre su participación, sí hay personas involucradas en lo sucedido que habían tenido contacto con él. El expresidente respondió a las acusaciones alegando que no hay pruebas en su contra y repudiando la irrupción en los edificios públicos.