Catar quedó preso de la disputa política entre las dos potencias del Golfo Pérsico: su afinidad con Irán le valió el bloqueo y el aislamiento por parte de sus vecinos, comandados por Arabia Saudita. Si bien se esperaba que Catar cediera ante algunas peticiones de Arabia Saudita para salir de la “penitencia”, las autoridades cataríes eligieron otro camino.
En momentos en los que los indicadores económicos no parecen ser favorables, el gobernador del banco central, Abdullah Bin Saoud Al-Thani, aseguró que el país cuenta con 340.000 millones de dólares en reservas para hacer frente al bloqueo saudí, considerando los depósitos de la entidad que administra y los de la Autoridad de Inversiones del país.
Si bien es un conflicto a seguir de cerca, hoy el mundo asigna prioridad a otras situaciones de mayor complejidad geopolítica. No obstante, El ministro de Exteriores de Francia, Jean-Yves Le Drian, realizará el próximo fin de semana una visita por los países del Golfo, con el objetivo de encontrar una solución a la crisis de la región.
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