La confirmación de que Lenin Moreno no alcanzó el 40% de los sufragios y que por lo tanto deberá dirimir la presidencia con Guillermo Lasso el próximo 2 de abril fue recibida como una bomba en el correísmo. Las chances de que la oposición se alce con la victoria son amplias.
En este contexto, el presidente Rafael Correa ya está pensando en el plan B. Casi como si diera por perdida la segunda vuelta, y minimizando fuertemente el rol de su propio candidato, aseguró que podría activar lo que en Ecuador se conoce como “muerte cruzada”, una cláusula constitucional que permite a la Asamblea y al Poder Ejecutivo disolverse mutuamente ante una situación de «grave crisis política» o «conmoción interna».
«Si se portan mal nos vemos en un año y los volvemos a derrotar», señaló Correa, quien debe dejar pasar una Legislatura para volver a presentarse, situación que estará cumplida antes si se activa la polémica cláusula.
Leer más: El Mundo / El Comercio (Ecuador).