El presidente iraní, Hassan Rouhani, aseguró que el plan nuclear persa podría ser reiniciado “en horas” si el gobierno estadounidense impone nuevas sanciones al país. Y agregó que el nuevo programa nuclear sería “mucho más avanzado”, lo que se interpretó como una amenaza velada de que Irán podría enriquecer uranio al 20 por ciento, un paso fundamental para desarrollar armas nucleares.
Dichas actividades de enriquecimiento habían sido suspendidas en julio de 2015, cuando Irán firmó un acuerdo con Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Rusia, China (los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas) y Alemania, a cambio de un levantamiento de las sanciones que asfixiaban fuertemente la economía iraní.
Donald Trump, el presidente estadounidense, calificó el acuerdo como “un desastre” en numerosas ocasiones y ha exigido revisarlo, algo en lo que no coinciden las otras partes firmantes ni la Agencia Internacional de Energía Atómica, encargada de su supervisión. A su vez, las recientes sanciones impuestas por el Congreso norteamericano a Irán por su programa misilístico continúan tensando la relación entre dos actores claves para el equilibrio en Oriente Medio.