El sismo de 7.1° en la escala Richter que sacudió el martes a México ha dejado hasta el momento más de 250 muertes. En este marco, el presidente mexicano se vio obligado a cancelar su agenda oficial y asumir el liderazgo de los operativos de rescate, así como transmitir información e indicaciones a la población.
La operación para hacer frente al desastre fue llamada “PlanMX”, que incorpora a las fuerzas armadas, a la marina y las autoridades policiales locales. “He instruido para que se instalen plantas de luz para que a lo largo de toda la noche sigamos ayudando a la población y, eventualmente, podamos encontrar personas que estén debajo de los escombros», explicó Peña Nieto.
Además, el presidente mexicano dijo a la población: “Manténganse en comunicación, síganos a través de los medios de comunicación”. De acuerdo a su mensaje, 38 edificios quedaron “siniestrados” y “el resto de la ciudad puede tener en algunos edificios alguna estructura con fracturas que los harán inoperables o inhabitables».
“Este sismo es una dura y dolorosa prueba para nuestro país. Sigamos unidos enfrentando este nuevo desafío”, declaró el mandatario. Y remarcó que “la prioridad en este momento es continuar el rescate de quienes aún se encuentran atrapados y dar atención médica a los heridos”.