Mientras fuerzas turcas aseguran haber “neutralizado” a casi 1000 terroristas en la región de Afrin, y casi 600 ciudadanos turcos están detenidos producto de sus protestas contra la operación “Rama de Olivo”, mediante la cual Turquía intenta acabar con los rebeldes kurdos y terroristas islámicos del norte de Siria, el presidente Recep Tayyip Erdogan fue recibido por el Papa Francisco en Vaticano.
Erdogan, primer presidente turco en visitar Vaticano en casi 60 años, recibió de manos del Sumo Pontífice un medallón con la representación de «un ángel de la paz que aplasta al demonio de la guerra», en un mensaje más que claro en momentos de suma tensión entre su país, la etnia kurda y Siria.
Más allá de las cuestiones propias de Turquía, y en un claro mensaje a Donald Trump, ambos mandatarios solicitaron respetar el status actual de Jerusalen, avalado por la comunidad internacional.
Habrá que ver si Francisco logra, a partir de este encuentro, controlar la ofensiva turca sobre Siria y contribuir a recuperar la calma en la región. En lo inmediato, parece difícil.