La Ciudad Vieja de Jerusalén fue el escenario de serios enfrentamientos entre ciudadanos palestinos y fuerzas de seguridad de Israel.
Luego del asesinato de dos policías israelíes por parte de manifestantes árabe-israelíes perpetrado días atrás, el gobierno de Benjamin Netanyahu agregó medidas de seguridad que restringieron el acceso de palestinos a la Explanada de las Mezquitas. Como consecuencia, y ante la imposibilidad de acceder al lugar, los palestinos decidieron rezas en las inmediaciones, como protesta. Esta manifestación derivó en diversos enfrentamientos que dejaron tres palestinos muertos y varias decenas de personas con lesiones.
Estos episodios despertaron la ira de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y de agrupaciones afines, que cuestionaron duramente a las fuerzas de seguridad locales. Además, todo indica que los enfrentamientos podrían intensificarse, al punto de generarse una intifada, como ya ha sucedido en muchos momentos de la historia del conflicto entre palestinos e israelíes.