Hasta el PRI le pide a Peña Nieto que reconsidere el aumento sobre los combustibles. Oficialmente, en 27 de los 32 estados mexicanos hubo algún tipo de disturbio por el aumento en los combustibles implementado por el gobierno de Peña Nieto desde el 1 de enero. Protestas, bloqueos, y saqueos, que al momento dieron como resultado la muerte de un policía y dos manifestantes. La ira de la población fue mucho más allá de la bronca por el aumento del combustible, y expone el pésimo momento que vive Peña Nieto en su relación con la población.
El arco completo de líderes de opinión solicitó a Peña Nieto la revisión de la medida, ya que el aumento duplica al crecimiento del salario mínimo durante 2016. La oposición, la iglesia y hasta su propio partido cuestionaron la medida y expusieron a Peña Nieto.
La defensa oficial del presidente apuntó contra la situación internacional. Según Peña Nieto, quien por el momento no planea dar marcha atrás con la medida, el aumento se debió a la situación del crudo a nivel internacional y argumentó que de no producirse la suba, las consecuencias serían aún peores. No obstante, y viendo la reacción de la población, en reunión de gabinete solicitó a sus ministros analizar cuidadosamente la situación antes de ordenar un aumento de tarifas.
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