La justicia brasileña decidió este miércoles la suspensión provisoria de un decreto sancionado por el presidente interino, Michel Temer, que habilitaba a mineras privadas a explotar la Amazonia –algo que hasta el momento solo estaba reservado a la iniciativa estatal-.
El área en cuestión, situada en los estados norteños de Pará y Amapá, posee un alto potencial de reservas de oro y otros metales preciosos. Se trata de una superficie total de 26.450 kilómetros cuadrados, poco mayor que Dinamarca.
La iniciativa de Temer levantó una gran polémica en Brasil, que vale recordar vino acompañada por un plan amplio de privatizaciones que incluía aeropuertos, rutas y la empresa eléctrica Eletrobras, la mayor de América Latina.
En el caso de la explotación minera en la Amazonia, algo que genera profundas preocupaciones por el impacto socioambiental, el juez del distrito federal de Brasilia que decidió suspenderla argumentó que no se puede modificar una reserva mineral mediante un simple acto administrativo del presidente.