La era Trump también comenzó para el eterno conflicto de Medio Oriente. En su debut como comandante de las fuerzas armadas, Trump autorizó una operación que terminó con la vida de 41 milicianos de Al Qaeda en la ciudad de Bayda. Sin embargo, el operativo también terminó con la vida de 16 civiles.
El ataque, que fue ejecutado mayoritariamente utilizando helicópteros y drones, y en el que también murió un militar estadounidense, destruyó una escuela, una mezquita y una cárcel de la zona, aparentemente refugios de los terroristas.
Con este episodio Trump deja claro que su lucha contra el terrorismo islámico trasciende la retórica y que está dispuesto a atacar cuando lo considere necesario.