La Unión Europea planea prohibir la venta de armas y tecnologías que puedan servir a la represión interna en Venezuela, en una acción directa para presionar al presidente Maduro. Las sanciones fueron respaldadas por embajadores de 28 naciones de la UE en una reunión el miércoles y se someterán a la aprobación de los ministros de relaciones exteriores el próximo lunes.
Según informó un funcionario europeo, la UE también podría prohibir los viajes a funcionarios venezolanos y congelar sus activos. Estas sanciones se agregarían a las ya impuestas a Maduro y altos funcionarios venezolanos por EE.UU. después de la represión de la protesta opositora –con un saldo de 150 muertos- y la creación de una Asamblea Constituyente netamente oficialista.
En este sentido, el Departamento del Tesoro norteamericano prohibió la emisión de nueva deuda por parte del gobierno y de la petrolera estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA). La semana pasada, Maduro culpó a dicha medida por “sofocar” el acceso del país al crédito y dijo que buscaría reestructurar todas las deudas soberanas y de PDVSA, por un total de 150 mil millones de dólares.
Hasta la elección de la Asamblea Constituyente, el servicio diplomático europeo era reacio a sancionar a Venezuela. La intención de la alta representante para la Política Exterior Europea, Federica Mogherini, era no bloquear el diálogo interno que el expresidente de gobierno español Rodríguez Zapatero trata de promover en el país caribeño, algo que ahora puede dificultarse más.