Los rebeldes zapatistas de México anunciaron este fin de semana que renunciarán a la violencia armada, tras casi 100 años de levantamiento. La razón esgrimida es que debido a los niveles de violencia que azotan al país azteca por el narcotráfico, el derramamiento de sangre se ha vuelto intolerable.
De acuerdo a los principales analistas mexicanos, la decisión del grupo responde también a la crisis de seguridad frente a los carteles narcos. Los rebeldes no alcanzaron ni un acuerdo de paz ni lograron ver satisfechas sus reivindicaciones, pero es tan exponencial el crecimiento de la cantidad de asesinatos, que un movimiento de raíz armada se siente obligado a alejarse de la violencia.
Carlos González, vocero del Congreso Nacional Indígena -organización que representa a los grupos indígenas de México-, declaró que habían llegado a “un momento bisagra” y que “tomar las armas está fuera de cuestión, porque era una opción demasiado sangrienta».
A su vez, los zapatistas comenzarán a intervenir en la política electoral, apoyando la candidatura de María de Jesús Patricio Martínez, una sanadora del pueblo indígena nahua, para las elecciones presidenciales de 2018.
Vale destacar que la ola de violencia en México vinculada con el narcotráfico se ha vuelto incontrolable. Se calcula que más de 100.000 personas fueron asesinadas y más de 30.000 fueron desaparecidas en 10 años.
Leer más: The New York Times / La Nación.