Las autoridades israelíes y palestinas empezaron a mover sus fichas luego de la histórica votación en la que el consejo de Seguridad de la ONU aprobó una condena a los asentamientos israelíes.
El secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat, afirmó que los palestinos buscarán que la Corte Internacional Penal declare a los asentamientos israelíes en tierras palestinas como «crímenes de guerra». Además, solicitará al Consejo de Derechos Humanos de la ONU «que haga lo que sea necesario contra las obvias violaciones de Israel como potencia ocupante en los territorios palestinos».
Por su parte, el gobierno israelí de Benjamin Netanyahu siguió cuestionando la resolución aprobada el viernes pasado en el Consejo de Seguridad. El ministro de Defensa de Israel, Avigdor Lieberman, criticó duramente la Conferencia Internacional de Paz que Francia convocó en su capital el próximo 15 de enero para discutir el conflicto israelí-palestino.
Israel sospecha que en dicha conferencia de ministros de relaciones exteriores, los 70 países que participarán adopten acuerdos sobre el proceso de paz en Medio Oriente. Netanyahu expresó su temor a que dichas medidas puedan ser sometidas al Consejo de Seguridad de la ONU y vuelvan a perjudicar a Israel.
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