Los presidentes de Brasil, Michel Temer, y Argentina, Mauricio Macri, se reunieron hoy en Brasilia, con el objetivo de mostrar a ambos países trabajando juntos y de relanzar, a partir de esta unión, al Mercosur.
Ambos mandatarios coincidieron en que el nuevo mundo que propone la era Trump ofrece grandes desafíos pero también importantes oportunidades para América Latina. Y en ese marco, Macri destacó que es imperioso fortalecer internamente al bloque para luego vincularse de una manera mucho más beneficiosa con el mundo, y apuntó especialmente a Europa y al Pacífico, haciendo además una especial mención a México. Según Temer, la reunión de hoy «consolida la tradición de encuentros entre Brasil y Argentina». Los mandatarios apuntan a que el Mercosur salga a aprovechar los espacios que el Estados Unidos de Trump, proteccionista y con fronteras más cerradas, dejará libres.
Más allá de las formalidades, la visita de Macri actúa como un bálsamo para Temer, cuya estabilidad formal en el cargo no se condice con la real. Son muchos los cuestionamientos que el mandatario brasileño recibe constantemente y necesitaba del apoyo del presidente argentino, que todavía mantiene el crédito internacional apenas transcurrido un año de su gestión. Por su parte, Macri necesita aceitar los vínculos económicos con Brasil, el principal socio comercial de Argentina, para reactivar la actividad económica en su país.