Todo puede suceder en la Venezuela de Maduro. Tras la toma del Poder Legislativo por parte del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y la contramarcha que devolvió a los legisladores sus facultades y fueros, Nicolás Maduro instó al TSJ a “mantener la estabilidad institucional y el equilibrio de poderes”. Así, se erige como mediador en un conflicto entre los otros dos poderes del estado.
Cuesta creer que el TSJ accionara sin el aval de Maduro. De hecho, su cancillería se manifestó a favor de las medidas. Sin embargo, la condena internacional y la inminente activación de la cláusula democrática que suspendería a Venezuela de la OEA parecen haber hecho recapacitar a Maduro. La otra opción es que todo estuviera planeado desde un principio, con el objetivo de posicionar a Maduro como garante de los derechos constitucionales de una Venezuela cada vez más autoritaria.
Lo cierto es que el Parlamento ahora irá por la destitución de los miembros del TSJ y ahí habrá que ver qué posición toma Maduro.
Leer más: El Nuevo Herald / El Nacional.