Un informe de la Organización de Naciones Unidas asegura que el avance turco sobre el enclave kurdo de Afrin dejó al menos 700 muertos y más de 15.000 heridos. Entre los fallecidos, a los que el ejército turco se refiere como “neutralizados”, hay combatientes de las milicias kurdas sirias, las YPG, y terroristas de Estado Islámico.
Por su parte, Emmanuel Macron, presidente de Francia, demuestra que mantiene la intención de levantar su perfil en política exterior. En este sentido, pidió al líder turco, Recep Tayyip Erdogan, que actúe con contención y que respete la soberanía siria en la zona, tal como había solicitado el presidente sirio Bashar al-Asad.
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