Apenas dos días después de la asunción de Donald Trump, el gobierno de Israel ha anunciado planes para construir casi 600 nuevos asentamientos en Jerusalén oriental. Las «reglas del juego han cambiado» aseguran los funcionarios consultados.
El anuncio del municipio de Jerusalén ocurrió cuando las autoridades israelíes se mostraron envalentonadas por el nuevo gobierno de Trump, que dejó en claro que sus políticas serán mucho más pro-Israel y asentamientos que los de Barack Obama.
Altos funcionarios palestinos condenaron de inmediato los planes. Temen que una presidencia de Trump pueda marcar el fin de sus esperanzas para tener su propio Estado, así como el final del proceso de paz de Oslo.
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