La capital afgana, Kabul, volvió a sufrir un atentado suicida. Esta vez fue el grupo talibán, y no Estado Islámico, quien hizo estallar un coche bomba en el oeste de la capital, asesinando al menos a 35 personas, aunque todo indica que el número de víctimas aumentará.
La reivindicación por parte del talibán no tardó en llegar, y fue su portavoz, Zabihulá Muyahid, quien confirmó la autoría a través de la red social Twitter.
Hace casi dos meses un atentado en cercanías de la embajada alemana se había cobrado la vida de 90 personas. Y en lo que va del año, según la ONU, el número de víctimas fatales civiles en episodios de este tipo ronda los 1700.