El presidente saliente de Estados Unidos, Barack Obama, brindó anoche su última conferencia de prensa en la Casa Blanca. Allí, dejó en claro cómo termina su relación con Putin: afirmó que los enfrentamientos en Alepo son responsabilidad de Siria y de sus aliados, Irán y Rusia; y aseguró que no hay dudas que Rusia es responsables por los hackeos al Comité Nacional Demócrata, que generó la filtración de e-mails de asesores muy cercanos de Hillary Clinton.
Obama afirmó que las represalias serán de público conocimiento, aunque también sugirió que puede haber una parte que sea estrictamente confidencial. Y también sorprendió al afirmar que dialogó al respecto con el presidente Putin: «Putin está muy consciente de mis sentimientos al respecto, porque yo hablé directamente con él sobre ello».
Queda claro que la relación entre Estados Unidos y Rusia está en un momento muy tenso, con acusaciones cruzadas sobre Alepo y con una denuncia de extrema gravedad sobre una intromisión que tuvo consecuencias determinantes en el proceso electoral. Lo paradójico es que luego del 20 de enero, todo seguramente será distinto.
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