El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ordenó el traslado de cuatro presidiarios a Arabia Saudita, y planea el de otros diecinueve para los próximos días. Obama busca así cumplir con el objetivo de vaciar la base militar de Guantánamo, anunciado tiempo atrás.
La base de Guantánamo es otro de los puntos de conflicto entre el presidente saliente y el entrante. Donald Trump, además de criticar la medida de Obama, prometió que la base permanecerá abierta y que volverá a llenarla de “tipos malos”. Como con el ObamaCare, entre otras cuestiones, desde el 20 de enero muchas políticas y decisiones de Obama pueden quedar sin efecto y, por el contrario, comenzar a marchar exactamente en el sentido opuesto.
Si bien cuesta creer que Estados Unidos de giros tan marcados ante un cambio de gobierno, sin dudas esta transición concitará la atención mundial porque el antagonismo ideológico y programático entre ambos presidentes no tiene precedentes.