Donald Trump y su equipo están trabajando en cada una de las promesas de campaña. Como sucede en toda campaña, las promesas sirven para ganar la elección, más no siempre son viables en la práctica una vez que el candidato deja de serlo para convertirse en presidente. Algo así le sucede a Donald Trump.
Semanas atrás, el próximo mandatario de Estados Unidos ya había sugerido que su política de deportar a inmigrantes ilegales sería más suave de lo que había anunciado en campaña. Y ahora se suma que su propio equipo está recomendando no construir el famoso muro en la frontera sur de Texas, que separa a Estados Unidos de México. En su lugar, sugieren colocar una valla, y solo en lugares concretos.
Los entendidos en cuestiones migratorias de la zona entienden que con una valla alcanzaría, y que la construcción del muro no solo es muy complicada en términos prácticos sino también innecesaria. Veremos qué sucede desde el 20 de enero, cuando Donald Trump asuma la presidencia.
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