Sebastián Piñera, presidente chileno entre 2010 y 2014, asumirá nuevamente el cargo el próximo 10 de marzo. Ayer, en la segunda vuelta de la elección presidencial, se impuso a Alejandro Guillier, candidato de la actual presidente Michelle Bachelet, por un margen de casi 10 puntos, amplia ventaja para lo que se esperaba luego de la primera vuelta.
El regreso de Piñera pone de manifiesto la constante oscilación entre centro izquierda y centro derecha de la sociedad chilena en la última década. Bachelet presidió el país entre 2006 y 2010, momento en el que entregó el mando a Piñera. En 2014, éste devolvió la investidura a Bachelet, y en marzo próximo ésta volverá a entregar el mando a Piñera. Probablemente esta situación haya sido responsable del crecimiento de partidos nuevos, más hacia los extremos del espectro ideológico, y que con los buenos resultados de la primera vuelta harán que Piñera no tenga mayoría en el Congreso.
El flamante presidente tendrá el desafío de encaminar el crecimiento económico del país, del que pocos dudas, pero fundamentalmente deberá demostrar que es capaz de lograr que ese crecimiento se vea reflejado en la generación de empleo y en calidad de vida de la clases media y baja.
En la mañana de hoy, Bachelet recibió a Piñera en su casa, en un encuentro coordinado ayer durante la llamada de felicitación que la presidenta actual le hizo al presidente electo.
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