Raúl Sendic, el vicepresidente de Uruguay e hijo de uno de los fundadores de la guerrilla Tupamaros, presentó su renuncia “indeclinable”, luego de un escándalo nacional por el uso que hizo de las tarjetas de crédito corporativas de la petrolera estatal ANCAP, cuando era su presidente. Cabe destacar que fue el propio partido gobernante, el Frente Amplio (FA), el que condenó estas prácticas.
Más allá de los gastos, cuyo monto no es considerable según la declaración de Sendic –aproximadamente 4.000 dólares-, el verdadero problema es la gestión del ahora exvicepresidente en ANCAP, la cual dejó con un déficit de 600 millones de dólares. Según una investigación parlamentaria, se encontraron problemas de gestión, irregularidades y casos de corrupción, algo menos tolerado en Uruguay que otros países latinoamericanos. También se descubrió que no había completado sus estudios universitarios.
Cabe recordar también que ANCAP, la petrolera que posee un monopolio en el mercado de refinado de petróleo en Uruguay (país que importa todo su crudo) se encontraba en el centro de la mirada pública por un simple dato económico: los uruguayos pagan la nafta más cara de América Latina, algo que está directamente ligada a la gestión de ANCAP. Ahora la vicepresidencia recaerá en Lucía Topolansky, la mujer del expresidente Mujica.
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