WikiLeaks hace tiempo ya se transformó en un fuerte dolor de cabeza para muchos países y líderes del mundo. Pero probablemente Estados Unidos sea quien más lo sufrió. A la divulgación de cables el Departamento de Estado y de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), se suma la última revelación de la organización conducida por Julián Assange: la CIA espía a través de aparatos tecnológicos domésticos a cuanta persona desee, y comparte la información con el MI5 británico.
Según WikiLeaks, la CIA penetra en todos los hogares y accede a información de los individuos a través de pinchaduras en los sistemas operativos Windows, Mac y Linux, como así también en dispositivos móviles con iOS y Android, e incluso en aparatos como los televisores smart.
El equipo de Assange, de supuesta afinidad con Putin, promete dar un golpe certero sobre la inteligencia de Estados Unidos, tan cuestionada en los últimos meses. En este marco, el presidente Donald Trump manifestó su preocupación por la situación, y desde la Casa Blanca aseguraron que perseguirán a «cualquiera que filtre información clasificada» y lo castigarán «con todo el peso de la ley».
Leer más: El Mundo / New York Times / Europa Press.