El próximo jueves la Cámara de Representantes deberá definir si aprueba o no la reforma sanitaria impulsada por el presidente Donald Trump para dar por tierra definitivamente con el Obamacare. Lo llamativo (o no) es que el bloqueo a la ley vendría de parte de 25 legisladores republicanos, que se sumarían al rechazo demócrata y complicarían los planes de Trump. Tal es el temor del presidente de recibir un cachetazo legislativo que hasta habría amenazado a varios legisladores: “Iré por ustedes”.
El naufragio legislativo del proyecto de Trump supondría un golpe político de dimensiones incalculables, que agregarían aún más debilidad a un presidente que no para de encontrar obstáculos a sus propuestas por parte de los otros dos poderes del estado. El bloqueo a sus dos vetos migratorios por parte de la justicia fue el disparador. Un eventual rechazo a su reforma del sistema de salud por parte del poder legislativo sería la confirmación.
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