El presidente de Brasil, Michel Temer, obtuvo este miércoles por la noche suficientes votos en la cámara baja del Congreso para evitar enfrentar un juicio por cargos de corrupción en el marco del escándalo de sobornos del frigorífico JBS. La Procuraduría General de la República lo acusaba de obstruir la justicia y formar parte de una red de crimen organizado.
Poco antes de dejar su cargo, el mes pasado, el ex procurador general Rodrigo Janot había acusado a Temer y sus asesores de recibir 190 millones de dólares en sobornos de JBS y de intentar comprar el silencio de correligionarios del oficialista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) detenidos en la operación anticorrupción Lava Jato.
Para poder enviar a Temer a juicio, la moción debía ser aprobada por dos tercios de los diputados. Pero solo 233 de ellos votaron a favor de la medida, muy por debajo de los 342 votos requeridos. Con este resultado, las investigaciones contra Temer solo podrán reanudarse una vez que se retire de su puesto, a fines de 2018.
Los legisladores que votaron a favor de la medida aseguraron que lo hacían para tomar una posición en contra de la impunidad. Otros afirmaban que el presidente debía quedarse por la estabilidad del país. Finalmente, Temer –que cuenta con los niveles de aprobación más bajos desde el regreso de la democracia en Brasil en 1985- logró sobrevivir.
No obstante, vale destacar que en las últimas semanas, Temer ha estado ocupado haciendo concesiones a poderosos legisladores -liberación de recursos públicos, distribución de cargos, promesas de medidas- para asegurarse el apoyo en la votación en la cámara baja y esto le ha rendido frutos.
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